Travesía por la Patagonia 2008

Esta es la historia de un recorrido en auto por la Patagonia argentina y chilena desde Bariloche hasta Ushuaia con mis grandes amigos Alex, Tania, Andres y Silvia!
Fueron 25 días de paisajes inolvidables, personas maravillosas, lugares indescriptibles y
recuerdos... muchos lindos recuerdos!
Espero que los disfruten y les sirva de algo si algún día se animan a hacerlo!


*La gran mayoría de las fotos fueron tomadas por Alex Torrenegra.


Apartamentos en Bogota

Día 01: Canopi

Llegué a Bariloche en la tarde y para mi fortuna, me encontré con Alex y Tania (Pareja de amigos Colombianos que viven en NY) que terminaban los trámites de alquiler de Blanquita (La Hilux 4x4 que alquilamos para el paseo). Decidí ir con ellos y aplazar la búsqueda de hostel y un momento más tarde, nos reunimos con Andres y Silvia (Pareja de amigos Colombianos que viven en Colombia) y así se completó el grupo expedicionario.

Tras deliberar un poco y con el fin de aprovechar un poco el tiempo que nos quedaba de tarde (Vale la pena aclarar que el sol se estaba ocultando cerca de las 10 de la noche) emprendimos camino hacia la Colonia Suiza, un lugar cercano a Bariloche en donde encontraríamos una de las empresas que ofrecen Cánopi.

La experiencia estuvo bastante interesante, la verdad es que a pesar de ser mi primera vez en el mundo del cánopi, no me deslumbró! Lo que si me sorprendió fue que la experiencia la compartimos con un grupo de 15 Colombianos que también estaban ahí… Definitivamente estamos en todas partes!!!

Aprovechamos también para hacer el circuito chico, que recorre varios puntos cercanos a Bariloche incluyendo el hotel Llao Llao y el lago escondido.

Esa noche, tras un rato de espera, logramos cenar en un restaurante llamado Blest, especialista en Picadas y Cervezas artesanales. La cerveza de Frambuesa, fue la elección y sus muchos grados de alcohol, los causantes de nuestro profundo sueño.

Día 02: Campanario

Al día siguiente, el plan era hacer la excursión a la isla victoria, famosa porque, entre otras cosas, tiene el único bosque de arrayanes de mundo. Desafortunadamente, llegamos tarde y ya no era posible tomar el barco para ir a la isla, así que por cercanía, decidimos subir al cerro Campanario. La vista desde ahí es increíble, se ven todos los alrededores del lago Nahuel Huapi y todos los cerros de la zona.

Luego de esto, vino el segundo intento para tomar el bote a isla victoria, y esta vez, a pesar de llegar casi a tiempo, también se frustró la idea, dado que los cupos estaban llenos. Parece ser que es necesario reservar con al menos un día de anticipación.

Dado que la Isla Victoria se resistió a nuestra visita, fue necesario improvisar un poco y terminamos en una pista de aventuras 4x4, atravesando rios y sacándole un poco de provecho y adrenalina a la camioneta.

Tras la recomendación de la oficina de turismo de Bariloche, decidimos ir a visitar el lago Gutiérrez y allí hicimos un pequeño picnic, a orillas del lago para recargar baterías y recorrer un poco los alrededores.

Por desgracia, este día, Andrés perdió su billetera entre los 1000 lugares que visitamos.

Esa noche tuve que conectarme un rato para terminar un trabajo que había dejado pendiente, pero luego de esto, cerca de las 2am, me reuní con Pía, una Bonaerense, que vive en Bariloche y que conocí a través de Couchsurfing. Fuimos a un bar que se llama Pura Cepa, bastante escondido y local, creo que yo era uno de los pocos extranjeros. Luego de calentar motores un rato, fuimos a Roxvury, ex ROXY que tuvo que cambiar su nombre dados los altos cobros que requería la marca ROXY, famosa en Buenos Aires. Roxvury es un boliche de música Ochentosa buenísimo!

Día 03: Circuito Grande

Recorrer el circuito grande fue la misión. Y la cumplimos. Este circuito incluye varios lagos (Traful, XXXXXXXXX) y villas (Villa Traful, XXX y Villa la angostura).

Ese día Andrés y Silvia decidieron dedicarse a buscar la billetera así que su lugar en la camioneta, lo tomó Camilo, el hermano de Tania que vive en Neuquén y que vino a Bariloche a pasar el día con ella.

Muchos paisajes increíbles y muchas fotos fueron los protagonistas de la jornada.

El circuito cerró con un café y un poco de exploración en Villa la Angostura.

Esa noche me encontré con Santiago, otro Couchsurfer de Bariloche pero con la particularidad de ser Colombiano. Santiago es Chef y Barman del Hotel donde también trabaja Pia. Fuimos al Wilkenny, un Pub tipo Irlandés que más entrada la noche (O la madrugada) se convierte en Boliche. Allí me encontré también con Silbana, una amiga de Buenos Aires que andaba por Bariloche ese día. Después de bailar un poco y de algunas cervezas, a dormir!

Día 04: Trevelin

Ese domingo, salimos muy tempranito con destino a Esquel. Tras conducir algunas horas, llegamos al Bolsón, allí paseamos un poco por la feria e hicimos algunas llamadas.

Luego del Bolsón, entramos al Parque Nacional los Alerces, en donde hicimos una caminata de un par de horas para ver la zona y reconocer los Alerces, árbol típico de la región. El Lago Futalaufquen fue la puerta de salida del parque y Trevelin, el pueblo que nos esperaba.

Dada la urgencia alimenticia que nos agobiaba, la prioridad era encontrar comida, y todas las recomendaciones coincidieron en “Patagonia Celta”. Curiosamente, el restaurante estaba casi vacío, pero la dueña aseguró tener reservaciones completas. Para nuestra desgracia, la dueña también aseguró que su restaurante era el único que valía la pena en toda la zona. Afortunadamente, los dueños de la cabaña que nos esperaba en Esquel nos habían recomendado un restaurante llamado “Mi Lugar”.

Mi Lugar resultó ser un muy buen hallazgo por varias razones: En primer lugar, después de mandarle un mensaje a Karoll y Cathy, unas amigas que estaban pasando sus vacaciones en la zona, resultó que estaban en camino a cenar en el mismo sitio. En segundo lugar, los dueños del sitio resultaron ser bastante amables y aparte de que la comida estaba deliciosa, terminamos bailando chamamé y salsa con el cocinero y su esposa y tomando vino hasta bien entrada la madrugada.

Después de esto, como yo era el más sobrió, condujé el grupo hasta Esquel, en donde nos esperaba una cómoda cabaña en donde pasamos la noche.

Día 05: Puyuhuapi

Éste fue de lejos el viaje más pesado y en donde se hizo evidente que llevábamos ya bastantes kilómetros recorridos. Las rodillas empezaron a manifestar su inconformidad y la popular “raya” también empezó su huelga.

Recorrimos varios kilómetros hasta la frontera con chile y de ahí algunos más hasta Futalefú, donde nos enteramos que el rio futalefú era uno de los tres rios más importantes del mundo para hacer rafting. Desafortunadamente, el cronograma nos obligaba a llegar pronto a puyuhuapi, por lo que no fue posible detenernos.

Después de muchos kilómetros de agobiante ripio, finalmente a eso de las 9 de la noche llegamos a Puyuhuapi a la Casa Ludwig, donde afortunadamente aún nos esperaba su dueña. Puyuhuapi es un pueblo habitado por alemanes y descendientes de alemanes de menos de 500 habitantes.

Ahora la prioridad era conseguir algún lugar abierto que pudiera ofrecernos lo que sería la cena de año nuevo. Todas las recomendaciones apuntaron a Rosseback, el único restaurante abierto en el momento.

Para sorpresa de nosotros, lo que en el menú parecía tener un nombre bastante sofisticado, resultó ser carne y papa sudada, arroz y sopa de verduras, con el mejor sazón al estilo Colombiano!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Seguramente en Colombia habría sido un corrientaza común y corriente pero en ese momento y espacio, resultó ser la mejor cena de año nuevo que podríamos haber tenido.

Luego de cenar, el 2008 nos llegó hablando y tomando vino con Luisa, la dueña de la casa, una pareja de suizos y una familia argentina.

Bruno y Evelin, fueron los suizos que conocimos allí y que venían siguiendo un recorrido parecido al nuestro. Nuevamente nos recomendaron de nuevo el rafting en futalefú y se unieron al plan para el día siguiente.


Día 06: Termales y Spa

Como buen primer día del año, nos levantamos sin afanes y desayunamos para luego dirigirnos a tomar el bote que nos llevaría al Spa & Lodge Puyuhuapi. Después de pensarlo un poco, opté por un combo que incluía las piscinas internas, las externas y el “Masaje Puyujuapi”, la especialidad de la casa, un masaje absolutamente relajante con vista a una bahia sobre el mar rodeado de nevados. Pasamos un rato saltando de piscina en piscina y de temperatura, desde los 3 o 4 grados hasta los 38 grados centígrados para luego recibir el masaje y comer un poco antes de ir a casa a dormir. Resultó ser un poco costoso pero también una muy buena forma de empezar el 2008.

Día 07: Rafting en Futalefú

Fue absolutamente imposible dejar pasar la oportunidad de hacer rafting nivel 5 (El más alto en la escala del rafting), así que los 3 hombres del grupo, salimos muy a las 6 de la mañana con destino a futalefú y dispuestos a volver a recorrer todos esos kilómetros de ripio con tal de sacarnos un poco de adrenalina. Fue increíble, muy emocionante y perfecto para ser mi primera experiencia con el rafting.

Andres, Alex y yo navegamos en el raft acompañados de un aprendiz de la escuela y el guía principal que comandó impecablemente las líneas. Además nos acompañó otro guía en un kataraft y un kayakista. Fueron 2 horas y media de navegación en los que pasamos unos 8 rápidos bastante emocionantes y 2 al final que fueron lo mejor de la experiencia. Según los mismos guías, una de las navegaciones más emocionantes que han tenido.

Contamos con la suerte de que uno de los guías, al estar lesionado, nos acompañó tomando fotos del recorrido así que hay unas tomas bastante buenas de la aventura.

Un poco tarde pero absolutamente felices, emprendimos el regreso a puyuhuapi acompañados de dos Israelitas (Jonathan y Eial) que estaban haciendo dedo en la ruta. Allí nos encontramos con Tania y Silvia de nuevo y seguimos el camino de ripio, pasando a ver el primer glaciar de nuestra expedición. El Ventisquero colgande es un glaciar que se encuentra en el medio de dos montañas y del cual sale una cascada.

Esa noche, nos fue imposible llegar hasta Coyhaique, nuestro destino final de ese día, así que decidimos pasar la noche en Villa Amengual. Para nuestra fortuna, encontramos el “Residencial El Encanto”, un hotelito atendido por Hugo y Ana Maria, sus dueños, que nos hicieron sentir como en casa y nos dejaron ver un poco la cara local y nos explicaron un poco de legislación chilena. Además nos alimentaron con lo que sería nuestra primera experiencia con el cordero patagónico. La noche terminó al calor del vino como ya se estaba haciendo común.

Día 08: Coyhaique y Puerto Tranquilo

Con el fin de compensar un poco el retraso del día anterior, salimos muy temprano de nuestro caluroso hogar de esa noche para emprender el camino a Coyhaique. Allí pasamos un buen rato tratando de conseguir Internet y volver por un momento a conectarnos a la realidad, principalmente con el fin de dar una señal de vida nuestras familias.

Luego de allí, recorrimos varios kilómetros de ripio para llegar finalmente a uno de los mejores paisajes del viaje hasta el momento: El Lago Carreras, que del lado Argentino se llama Lago Buenos Aires. Con un azul hermoso y una claridad sorprendente, el lago carreras guió nuestro camino hasta Puerto Tranquilo, un pequeño pueblo de pescadores bastante apartado.

Después de descubrir que nuestro guía nos había dejado abandonados a la deriva que las reservas con las que contábamos no existían, tuvimos la fortuna de encontrarnos con Eduvige, la dueña de una cabaña frente al lago que muy amablemente nos la ofreció inmediatamente. Decidimos pasar allí la noche de nuevo al calor de algunos vinos.

Día 09: Glaciar Leones

Por recomendación de la señora Eduvige, contactamos a Juan Aldea, el guía experto en el glaciar Leones que nos acompañó a nuestro segundo encuentro con los glaciares.

Condujimos algo más de una hora por un ripio bastante extremos y luego caminamos por 2 horas y media para llegar al lago leones, desde donde se puede apreciar el glaciar Leones. Luego de comer un poco y esperar que el viento bajara un poco, nos embarcamos en el bote inflable de Juan para acercarnos un poco al Glaciar, Tras 1 hora de navegación por los 12 kilómetros que resultó tener el lago, llegamos a unos 20 metros del glaciar. Para mi, ésta fue realmente el primer encuentro con los glaciares. No importó lo mojados que estabamos por la lluvía, ni el frio que hacía, el espectáculo era tal que todos estabamos sin habla apreciando semejante obra de arte. Hubo sólo un par de desprendimientos pequeños pero la belleza del lugar fue suficiente para dejarnos satisfechos después de semejante trayecto. Ahora era necesario recorrerlo de regreso, dura tarea.

Esa noche llegamos temprano a casa y cocinamos un salmón comprado en el pueblo que quedó delicioso y resultó ser muy barato en la zona. Juan nos acompañó en la cena y de nuevo la velada terminó al calor de los vinos y la chimenea que más que chimenea fue la única forma que encontramos para secar toda la ropa empapada que trajimos desde el glaciar.

Día 10: Catedrales de Mármol

Era sábado y nos levantamos temprano para ir a conocer las famosas Catedrales de Mármol de Puerto Tranquilo. Es un paseo en lancha por el Lago Carreras que permite ver unas formaciones hechas por el agua del lago y sus olas a través de millones de años sobre las rocas que rodean uno de sus extremos. Es un espectáculo único, pues los túneles, columnas y bóvedas que el lago ha tallado hacen que cualquier catedral o capilla de las que usualmente admiramos por su belleza, parezcan algo sencillo.

Después de regresar de las catedrales, almorzamos en la cabaña y emprendimos el camino de regreso al territorio Argentino, exactamente al Lago Posadas, en donde nos recibió muy calurosamente la familia Fortuna, Dueños de la Posada del Posadas. Dos Pedro es dueño también del Almacén del pueblo y fue quien nos dio la bienvenida para luego guiarnos hacía el restaurante, donde Luciana su hija, satisfizo nuestra boraz hambre con unas deliciosas pizzas. Batante agotados, fuímos a dormir después de cenar.

Día 11: Cueva de las Manos y Chaltén

Muy temprano y después de desayunar fuimos por recomendación de don Pedro a ver el Istmo entre el lago posadas y el lago pueyrredon, un camino de tierra de unos 50 metros de ancho que separa los dos lagos. Luego fuimos a ver un arco de piedra que se encuntra en medio del lago posadas.

Luego de la sesión de fotos, emprendimos el camino hacía la cueva de las manos, un lugar donde en los 80’s se descubrieron pinturas rupestres que datan de aproximadamente 10000 años atrás. En su mayoría, pinturas de manos en negativo, algunos Guanacos (Parientes cercanos de la llama) y ñandúes (Pariente cercano de la avestruz). También se observan allí algunas figuras humanas, en su mayoría cazadores que dejan ver un poco, las técnicas de cacería de la época. De nuevo, bastante deslumbrante.

Luego de almorzar, emprendimos lo que fue uno de los trayectos en auto más largos de la expedición. Tomamos la ruta 40 y recorrimos los más de 500 kilómetros que nos separaban del Chanten, por un desierto que no ofreció mucha diversión. Lo único fuera de lo común que sucedió en las 7 horas de recorrido, fue que nos encontramos con un Argentino que pinchó por tercera vez la llanta de su Land Rover Discovery y lo llevamos hasta Tres Lagos, donde consiguió una grua que viajara con el las 3 horas que lo separaban de su camineta y su esposa.

Pasada la media noche y aún con un poco de luz solar (En la patagonia oscurece bastante tarde y adicionalmente, el gobierno argentino decidió adelantarse 1 hora, por lo que el sol sale a las 5 am y se oculta cerca de la media noche) llegamos al Chanten, capital Argentina del trekking, en donde nos esperaba otra acogedora cabaña en la que inmediatamente caímos dormidos como piedras.



Día 12: Un poco de descanso

En la mañana de este día estuvimos averiguando un poco acerca de las diferentes excursiones que se ofrecen en la zona y de las caminatas que hay por hacer. Después de deliberar un poco, decidimo hacer el Vietma Pro el martes y la caminata al lago de los tres el miércoles. Contratamos el Vietma Pro y nos fuimos a almorzar (En el Chanten es complicado encontrar almuerzo, dado que como todos los escaladores están pasando el día en las montañas, muy pocos restaurantes abren).

En la tarde teníamos pensado hacer una cabalgata por uno de los senderos pero el mal tiempo lo impidió y terminamos todos en la cabaña jugan UNO y tomando vino y cerveza.

Como anotación al pie, quiero documentar un hecho que tal vez pueda serle útil a alguien. En el Chanten NO HAY CAJEROS ELECTRÓNICOS NI BANCOS. Desafortunadamente nosotros llegamos con poco dinero argentino en efectivo y se convirtió en todo un problema para nuestra supervivencia en la zona. Afortunadamente, después de probar varias alternativas, logramos sobrevivir gracias a las tarjetas de crédito (Y a los pocos lugares que las reciben) y a los dólares, Euros y Pesos Chilenos que logramos cambiar con mucha dificultad.

Día 13: Ice Climbing en el Glaciar Viedma

Muy temprano, nos levantamos con toda la energía para dirigirnos a Bahía Túnel, lugar donde nos embarcaríamos en la lancha de Fitz Roy Expeditions y navegaríamos hasta el glaciar Vietma. Eramos unas 50 personas pero nosotros 5 fuimos inmediatamente denominados ”Los Colombianos del Vietma Pro”.

Vietma Pro es una excursión de navegación y caminata sobre el glaciar vietma, uno de los más grandes de la zona, que además incluye clases y práctica de escalada en el hielo. Luis, un tocayo, fue nuestro guía e instructor y nos introdujo a este mundo nuevo para todos menos Alex y Tania. Con Arnés, Piolets y crampones a bordo, aprendimos a caminar sobre el glaciar y Luis empezó a instruirnos un poco sobre la escalada y sobre la historia de los glaciares al mismo tiempo. Luis montaba las rutas y nosotros las escalábamos. En total fueron 3 rutas, cada una más difícil que la anterior y la experiencia fue increíble, llena de adrenalina y con una vista que difícilmente podía ser mejor. La jornada terminó con un poco de baileys con hielo glaciar en la lancha de regreso.

Después de llegar a la cabaña, decidí pasar un rato por el café Internet para adelantarme un poco de noticias de la gente linda y de casualidad alli me encontré con Ezequiel, un amigo de Couchsurfing de Buenos Aires, y con Bárbara, una amiga de CS también pero de Polonia. Luego nos fuimos al hostel donde estaban quedándose, nos encontramos allí con Mathew, un amigo Canadiense y cenamos y compartimos unas cervezas. Luego de esto, a dormir pues al día siguiente intentaríamos ir al lado de los tres, ahora acompañados por Mathew.

Día 14: Fitz Roy

No tan temprano como era el plan, pero emprendimos el camino hacia el sendero que conduce al lago de los tres, lugar famoso por tener la mejor vista que hay en los alrededores del Chalten.

Silvia se sentía un poco cansada por lo que tras un rato de caminata, decidió regresar con Andres y cambiar la caminata por la cabalgata que había quedado pendiente. Alex, Tania, Mathew y yo proseguimos la caminata.

La vista era poco alentador, por lo nublado del cielo, pero aún así decidimos intentar llegar hasta el lago y finalmente lo hicimos, y sorprendentemente, tras algunos minutos de espera, el sol empezó a brillas y las nubes a desvanecerse para permitirnos admirar la majestuosidad del famosísimo cerro Fitz Roy. Éste cerro es tan famoso por la dificultad que presenta en su ascenso, sus duras pendientes son sólo alcanzables si se escalan sus rocas y sus hielos.

El Fitz Roy y los demás picos cercanos ofrecen un paisaje difícilmente igualable. Creo que es el paisaje más lindo que he visto hasta el momento. De hecho fue bastante difícil abandonar el sitio, ninguno quería irse, pero había que hacerlo.

Antes de irnos, fuimos a ver la laguna sucia, ubicada a unos metros del lago de los tres, y donde se puede observar un glaciar que ha dejado caer pequeños timpanos de hielo sobre la laguna, decorándola y formando sobre ella figuras bastante lindas.

Tras 3 horas de caminata para regresar, llegamos de nuevo al Chanten donde tuvimos que pasar la noche, pues ya era muy tarde para ir al Calafate así que simplemente descansamos un poco y nos preparamos para la partida del día siguiente.

Día 15: Calafate

Muy temprano en la mañana salimos rumbo al Calafate, una de las ciudades más importantes del sur de Argentina y tal vez la más turística de todas.

Llegamos al Calafate a eso de las 2 de la tarde y comenzamos inmediatamente la búsqueda de alojamiento para Alex, Tania, Andres y Silvia. Yo había contactado a Matias, un couchsurfer, para quedarme en su casa.

Interrumpimos la búsqueda un rato para almorzar pero después proseguimos hasta que encontraron una cabaña cerca de la calle principal en la salida hacia el parque nacional de los glaciares. También compramos los boletos para “Todo Glaciares”, la excursión del día siguiente y que casualmente es ofrecida por Fernandez Campbell, la empresa para la que trabaja Matías.

A eso de las 9pm en “Casablanca” yo me encontré con Matias, el punto de encuentro de siempre. Casualmente, Fer Vera, otro amigo y couchsurfer de Rosario, también estaba quedándose en la casa de Matias con dos de sus amigos con los que está recorriendo el sur al igual que nosotros. También nos reunimos con Jared y Kaneco, un chico de USA y su novia Japonesa que venían de NYC.

Con el grupo completo nos fuimos a casa de Matias a comer un poco y a organizar la dormida, que como puede verse incluía un total de 6 couchsurfers! Muchos aislantes y cobijas, sleeping bags al piso y a dormir.

Día 16: Todo Glaciares y Perito Moreno

Nuevamente de madrugada, salimos con rumbo al Parque Nacional de los Glaciares, para hacer la fila y tratar de conseguir una buena ubicación en el barco de la excursión (Por recomendación de Matías y del agente que nos vendió los boletos).

Todo Glaciares es una Navegación que visita tres lugares: Bahía Onelli, un lugar lleno de pequeños témpanos de hielo y donde se hace un picnic para almorzar, Glaciar Upsala que es el más grande de la zona y Glaciar Spegazzini, el glaciar más alto del parque (Sus paredes ascienden a los 130 metros). Durante el camino nos encontramos con varios icebergs más grandes que el mismo barco.

Todo Glaciares es una excursión que diariamente mueve 7 barcos de aproximadamente 300 personas cada uno.

El barco #1 (El nuestro) resultó ser el más nuevo de toda la flota, tanto que su comodidad y cálida temperatura nos pusieron a dormir en varias partes del recorrido.

Tomamos todas las fotos del mundo y en la tarde regresamos al puerto de embarque para dirigirnos inmediatamente al Glaciar Perito Moreno.

Llegamos al Perito Moreno y tras encontrarnos con un grupo de viajeros que conocimos en Lago Posadas, nos dedicamos a contemplar el glaciar y a esperar con ansias el momento en que un gran desprendimiento nos sorprendiera y así cumplir el objetivo de la visita. Esperamos algo más de 2 horas y creo que la acumulación de ansiedad fue tal que con la mente logramos que se desprendiera un gran pedazo de hielo para ofrecernos el espectáculo que tanto esperamos. Es algo increíble que definitivamente no se puede explicar!

Esa noche, de regreso en casa de matías, nos juntamos todos los surfers, Matias nuestro host y un par de amigas suyas y nos fuimos al boliche Tolderías.



Día 17: La Picada de Carlitos

Tras almorzar en el Calafate, dejamos la ciudad con rumbo a Puerto Natales, atravesando la frontera con Chile nuevamente. Bastante cansados por los agitados días y muertos del hambre llegamos a Las cabañas Weskar, el sitio que nos alojaría esa noche y gracias a la maravillosa recomendación de la recepcionista, fuimos a un restaurante llamado la “Picada de Carlitos”.

La “Picada de Carlitos” resultó ser el mejor restaurante con el que nos cruzamos en toda la travesía. Reunía 3 factores que son fundamentales en mi ranking: Servicio amable, comida deliciosa y buenos precios! Probamos de entrada algo llamado Locos, que según la descripción del mozo, son unos caracoles que cocinan después de darles una paliza en el interior de un neumático. Suena agresivo pero son bastante sabrosos. También probé el famosísimo cordero patagónico que resultó ser otro delicioso manjar.

Para no perder la tradición, al entrar a “La Picada de Carlitos” me encontré con Toff, otro couchsurfer que conocí en el Camping en el tigre. Definitivamente la Patagonía con toda su inmensidad, sigue siendo un pañuelo (En mi viaje tuve bastantes inconvenientes para explicarle el significado de esta frase en inglés).

Día 18: Kayak en el lago Grey

Muy temprano en la mañana nos dirigimos al Parque Nacional Torres del Paine, donde nos esperaban unos guías con los que contratamos una navegación en kayak por el Lago Grey, donde se puede apreciar el glaciar Grey.

Tuvimos un poco de inconvenientes para encontrar el lugar, pero finalmente lo logramos y afortunadamente, nos estaban esperando. También harían parte de la expedición, Pili y Fabián, una pareja Argentina-Alemán que se encontraban de viaje por la zona.

La navegación fue bastante divertida e incluso pasamos por un rápido pequeño, lo que le agregó un poco de adrenalina al paseo que en general fue una maravillosa sucesión de paisajes.

Esa noche decidimos quedarnos en el parque en una de las posadas y pasamos el tiempo jugando uno hasta que llegó la hora de dormir para recuperar energías, pues el día siguiente se venía bastante exigente.

Día 19: Hiking a la base de las Torres del Paine

Desayunamos lo mejor que pudimos y compramos lo que suele llamarse “Boxlunch”, pues ese día la misión era llegar a la base de las Torres del Paine, una caminata que según nos habían dicho tomaría 4 horas en cada sentido.

Llegamos al estacionamiento y tras dejar a carmelita (la camioneta que ya para ese momento no era blanquita), empezamos la caminata, sincronizados como equipo para lograr llegar al objetivo todos juntos.

La primera hora de caminata es una subida bastante exigente, luego media hora plana para llegar a Chilecito, un refugio intermedio. Cerca de chilecito, me crucé con Tim y Saskia, una pareja alemana que conocí en córdoba en el oktoberfest, fue toda una sorpresa encontrarlos ahí!

Después de chilecito, y de la sagrada entrada al baño de la señora Silvia, emprendimos el último y más duro tramo de la caminata, un sendero empinado y pedregoso de 45 minutos que finalmente nos condujo a la base de las torres del Paine, otro de esos lugares que parecen haber sido dibujados sobre el cielo y puestos en un lugar al que para llegar hay que sudar bastante.

Estuvo despejado un rato, pero luego se nublo y empezó a lloviznar, así que después de almorzar el frio nos obligó a bajar de nuevo y no pudimos seguir apreciando semejante espectáculo.

Esa noche regresamos a las cabañas Weskar no sin antes parar en la Picada de Carlitos para nuestra última cena allí. (Por ahora… algún día volveré a comer en ese sitio)

Día 20: Pingüinos en el Seno Odway

Sin mucho apuro, dejamos Puerto Natales a la mañana siguiente con destino Punta Arenas, la ciudad donde intentaríamos tomar el Ferry para llegar a la Isla de Tierra de Fuego.

Antes de llegar a Punta Arenas, decidimo pasar por una pinguenera ubicada a orillas del Seno Odway, una bahía del océano pacífico.

Nos sorprendió muchísimo ver como en el sendero a la pinguinera empezaron a aparecer pequeños pinguinos con sus crías sin ningún tipo de temor a los humanos, parece ser que están bastante acostumbrados a que vayan a verlos. Ésta pinguinera cuenta con una población de aproximadamente 10000 pinguinos que a la hora de nuestra llegada (7pm) estaban saliendo del mar, después de su jornada de pezca.

Después de apreciar un rato los pinguinos con sus crias y tomar algunas muchas fotos, nos dirijimos finalmente a Punta Arenas con un nuevo reto: encontrar alojamiento por esa noche.

Esta vez fue bastante fácil,, pues paramos en una estación de gasolina a preguntar, y la chica que vende comida, me dio el periódico para mirar los clasificados y así encontrar el único teléfono bajo la categoría de hostales. Paso Drake es el nombre del lugar donde pasamos la noche, un lugar bastante familiar, perfecto para lo que estabamos buscando.

Día 21: Ferry en Punta Arenas y Camino a Rio Grande

Con el objetivo de conseguir un lugar en el ferry del día que partía a las 9am, salimos muy temprano después de desayunar y afortunadamente lo hicimos, pues de no haber sido por eso, habríamos perdido el único lugar que quedaba en el ferry.

Nos embarcamos en el ferry con todo y camioneta (Era mi primera vez en uno de estos) y ésta resultó ser toda una prueba para mi estómago y cabeza pues el viaje fue movidísimo y se podría decir que estuve entre el 10% que no se mareó. El 90% restante incluyó a Silvia y Alex que tuvieron que irse a dormir y aún así, la pasaron bastante mal en el viaje.

Luego de llegar a Porvenir, el pueblo chileno del otro lado del estrecho de Magallanes, almorzamos en un pequeño lugar recomendado por footprints y luego nos dirigimos a rio grande. Pocas cosas hay en el camino, recorrimos un circuito llamado “Circuito del oro”, pues hay varios lugares donde se ha encontrado esta piedra y algunas personas todavía dedican sus días a la búsqueda del mismo.

Durante el recorrido también nos encontramos con un grupo de unas “tres mil y tantas” ovejas que se encontraban al lado del camino y (aún no sabemos si por casualidad o por malvada orden de su pastor) decidieron rodear la camioneta ofeciéndonos un panorama bastante cómico y digno de una postal o de un comercial de davivienda.

Finalmente llegamos a Rio Grande y de nuevo gracias a la recomendación de footprints, fuimos a dar al Hotel Argentino, un hostal atendido por Graciela. Al llegar, el ambiente familiar no se hizo esperar y nuestras intenciones de dormir temprano para madrugar y seguir el camino se vieron opacadas por uno deliciosos vinos en compañía de la famosísima Graciela y de un grupo de viajeros entre los que se encontraba una chica de Suráfrica, un chico de Liechtenstein, un chico de Estados Unidos y un francés.

Día 22: Llegada al Fin del Mundo

Salimos luego de desayunar, tomarnos fotos y despedirnos con rumbo final a la ciudad más Austral del Mundo (Los chilenos dicen que es Pto Williams y creo que la discusión será eterna).

Llegamos a Ushuaia y después de conseguir un hotel, nos dirigimos al Parque Nacional Tierra del Fuego, hasta llegar a la bahía Lapataia, final de la RN3 y fin de la carretera panaméricana que recorre algo más de 17000 km desde Alaska.

Luego de regresar del parque, me encontré con Bárbara, una polaca que conocí en BsAs por Couchsurfing y que ya me había encontrado en el Chanten. Ella muy amablemente me consiguió un lugar en casa de Raul, su host de hospitalito club.

Esa noche cocinamos un poco en casa de Raul y cenamos en compañía de los demás surfers: Cyril, Carolina y Autrey de Francia, Raul y Luis, un amigo de Raul. Raul es un Cordobés muy amable que como muchos se mudó a córdoba y se estableció allí. Algo sorprendente de la casa de Raul es que fue construida por él mismo en su totalidad.

Día 23: Ushuaia y visita al Museo Penitenciario

El segundo día en Ushuaia fue bastante tranquilo. Nos encontramos para almorzar y fuimos al Turco un conocido restaurante de pizzas. Luego de almorzar recorrimos un poco la ciudad caminando y luego de visitar muchos almacenes de artesanías y souvenirs, llegamos al museo del fin del mundo, un pequeño museo que explica un poco de la historia de la ciudad y de la isla en general.

Luego, por recomendación del guía del museo del fin del mundo nos dirigimos al museo de la penitenciaría, una ex cárcel convertida en museo. El recorrido fue bastante interesante y escuchamos historias de algunos de los prisioneros más famosos de la cárcel y recorrimos un pabellón que está conservado intacto desde el momento del cierre de la cárcel.
Curiosamente, de nuevo nos encontramos con las dos parejas de Argentinos que conocimos en Lago Posadas y posteriormente encontramos en el Perito Moreno.

Cuando íbamos saliendo del museo, obligados por la hora de cierre, nos enteramos de que iba a ocurrir unos minutos después, una obra de teatro participativo allí mismo en la cárcel. Después de esperar un poco y rogar para que sobraran lugares, logramos entrar a la obra y nos fueron entregados nuestros uniformes de prisioneros. Luego de una breve introducción llegaron los guardias que nos llevaron a nuestras celdas y nos dieron el trato que usualmente le daban a los prisioneros durante el periodo de funcionamiento de la cárcel. Muy divertida y MUY reflexiva la obra.

Después de la obra cenamos y fuimos un rato a una fiesta cordobesa a la que nos invitó Raul y bailamos Cuarteto toda la noche. Para los que no saben, Cuartetos son unos grupos Argentinos que tocan algo parecido al merengue (se baila igual) y que en muchos casos son re-makes de canciones famosas en otros paises del continente (Varias de ellas Colombianas).

Día 24: Navegación por el Canal Beagle

Último día en Ushuaia y último día de esta maravillosa travesía! Un poco duro saber que se acabó semejante paseo tan delicioso!

El plan para este último día fue hacer una navegación en Velero por el Canal de Beagle. Fuimos los Colombianos y Barbara, mi amiga Polaca. La navegación recorre varios islotes cercanos a Ushuaia en donde se pueden observar gran variedad y sobretodo cantidad de Aves y mamíferos. En su gran mayoría se observan Cormoranes y Leones Marinos. Los cormoranes son unas aves que en su aspecto se parecen muchísimo a los pingüinos pero que no lo son!

El paseo fue bastante relajado y los guías nos dejaron hasta manejar un rato el velero!

Después del paseo, almorzamos y luego mis queridos compañeros de viaje y aventuras, me dejaron atrás en Ushuaia, pues su vuelo partía con rumbo a Buenos Aires; a mi me quedaba una noche más!

Esa última noche la pasé en la casa con Raúl, Bárbara, y otros dos guests de Raúl! Compartimos unas cervezas y comimos algo tranquilo!

Día 25: Regreso a Buenos Aires

Muy temprano en la mañana partió Bárbara y un poco menos temprano partí yo!

Desafortunadamente la impuntualidad de las Aerolíneas Argentinas me jugó una mala pasada y estuve cerca de 6 horas esperando en el aeropuerto de Ushuaia!

Afortunadamente el vuelo no tuve más inconvenientes y llegué en la noche de regreso a mi casita en Buenos Aires, donde mi linda familia me esperaba con un gran abrazo!!!!!!

Snif… se acabó…. No lo puedo creer!

Creo que han sido los días más emocionantes de mi vida! 25 días en los que no paramos de andar, de ver y conocer lugares y personas maravillosas!

Mis ojos y mi memoria jamás van a olvidar lo vivido!!!!!

Espero que de alguna forma me hayan acompañado en esta travesía y les haya gustado!!!

Ya veremos qué más trae la vida para mi más adelante!!

Es momento de dar gracias a Alex, Tania, Andres y Silvia por acompañarme y compartir conmigo esta aventura! Los quiero mucho!!!

Un abrazo para todos ;)

Luis